Nicolás Castillo, quien se encuentra en proceso de recuperación y ha estado entrenando en las instalaciones de San Carlos de Apoquindo, podría ser uno de los refuerzos de Universidad Católica para la próxima temporada. A pesar de no estar vinculado contractualmente con el club, se especula con su posible llegada.

Sin embargo, en las últimas horas, ha surgido una denuncia en su contra en la que se le acusa de haberse enfrentado al entrenador del equipo de básquetbol de Universidad de Chile, Isaac Arévalo.

Juan Cristóbal Guarello, conocido panelista deportivo y ganador del Premio Nacional de Periodismo Deportivo en 2011, se pronunció al respecto durante su participación en el canal DSports. Guarello expresó su desaprobación ante el supuesto comportamiento de Nicolás Castillo.

El periodista criticó fuertemente la actitud del futbolista, calificándola como un “ataque matonesco, desquiciado y estúpido”. Guarello destacó que Castillo lleva cuatro años sin jugar profesionalmente y cuestionó su capacidad de razonamiento. Afirmó que el peor castigo que podrían imponerle sería “condenarlo a pensar” y reflexionar sobre su conducta.

“Vi lo de Nico Castillo. ¿Alguien en Universidad Católica después de este ataque matonesco, desquiciado y estúpido puede avalar el retorno de Nicolás Castillo?. Se dio vuelta para pegarle, y entonces; Futbolísticamente no hay como justificarlo, lleva cuatro años sin jugar. ¿Qué siente los colores? No, una cosa es sentir los colores y otra es ser un imbécil”, expresó.

Guarello también mencionó que Castillo quiso quedar bien con la hinchada de Universidad Católica, pero su comportamiento no es justificable. “el peor castigo que le pueden hacer a Nicolás Castillo es condenarlo a pensar, que analice lo que está haciendo. Que haga algún tipo de forma dialéctica rudimentaria, y lo matai. Hay que castigarlo, mandándolo a pensar un rato, que se saque todos los monos que tiene saltando en la cabeza”, continuó.

A pesar de las críticas, señaló que el jugador podría tener una nueva oportunidad en la UC para la próxima temporada, siempre y cuando logre ponerse en forma física y futbolística. La decisión dependerá de una conversación entre el jugador y la directiva del club.