La Delegación Presidencial del Biobío impuso una cuantiosa multa a Universidad de Chile por los disturbios ocurridos durante el clásico universitario, iniciado el 30 de abril y finalizado el 28 de junio debido a lanzamientos de bengalas y bombas de ruido. Este episodio forzó la suspensión temporal del encuentro en el Ester Roa de Concepción.

Recordando los hechos, los hinchas azules lanzaron objetos pirotécnicos al campo a los 31 minutos, hiriendo al cuarto árbitro y a un camarógrafo.

Tras 59 días, el partido se reanudó en el Santa Laura sin público. La multa impuesta a Azul Azul, la concesionaria de Universidad de Chile, alcanza los 350 millones de pesos, marcando un hito como la penalización más elevada para un club organizador en la historia del fútbol chileno, superando la sanción a Deportes Antofagasta en 2021 por incidentes de hinchas de Colo Colo (290 millones de pesos).

El fallo responsabiliza a Azul Azul por seis de siete incumplimientos en las medidas de seguridad, incluida la vulneración del sistema de acceso y control de identidad.

“Nuevamente estamos en presencia de un fallo que confirma nuestra postura que son los clubes los responsables de la seguridad al interior de los recintos deportivos como eventos privados”,sostuvo Daniela Dresdner, Delegada Presidencial del Biobío.

La sanción impuesta a Universidad de Chile no está firmemente establecida. Desde el club, se indicó que existe la posibilidad de apelar, y se anticipó que presentarán un recurso ante la Corte de Apelaciones para someter a revisión la decisión. De esta manera, el asunto pasará a los tribunales para su evaluación.