La escalada de tensiones en la Franja de Gaza ha alcanzado un nivel crítico, con Israel intensificando sus operaciones aéreas.

Según fuentes de Hamás, la región ha sufrido la pérdida de cerca de 10,000 vidas desde el inicio de las hostilidades hace un mes, incluyendo una estimación de 4,800 niños fallecidos.

La noche del lunes fue particularmente devastadora, con más de 200 muertes reportadas en la parte norte de Gaza y en la ciudad capital, como consecuencia de la ofensiva aérea israelí. Este aumento en la ofensiva se produce en represalia por el ataque del 7 de octubre perpetrado por Hamás contra territorio israelí, que se caracterizó por su extrema violencia.

En respuesta, Israel ha instado a la población civil de la zona norte de la Franja de Gaza a evacuar, preparando el terreno para una operación militar más intensiva que busca desmantelar a Hamás “bastión tras bastión”. El ejército israelí ha indicado que desde el 27 de octubre también se está llevando a cabo una ofensiva terrestre, con el propósito declarado de “aniquilar” al grupo islamista.

Un portavoz militar aseguró que las fuerzas armadas de Israel han ejecutado “ataques significativos” en la región y que las restricciones operativas de los soldados disminuirán una vez que los civiles se reubiquen más al sur de Gaza. El portavoz del ejército, el general Daniel Hagari, reveló que las tropas han dividido la Franja en dos, diferenciando entre Gaza sur y Gaza norte, siendo este último el escenario de los enfrentamientos más feroces.

El cerco sobre Gaza se ha intensificado desde el 9 de octubre, con Israel cortando suministros vitales como agua, electricidad y alimentos, exacerbando las ya duras condiciones del bloqueo impuesto desde 2007, cuando Hamás tomó control del territorio. Además, Israel acusa a Hamás de utilizar infraestructuras civiles como hospitales y escuelas para esconder combatientes y coordinar ataques, una afirmación que Hamás ha negado consistentemente.

En Israel, el saldo mortal desde el ataque de Hamás del 7 de octubre supera las 1,400 personas, mayoritariamente civiles. Desde el comienzo de la ofensiva terrestre israelí, se reporta la muerte de al menos 30 soldados de Israel. Este ataque de Hamás es considerado uno de los más severos y violentos desde la fundación del estado de Israel en 1948.