El Equipo Nacional Femenino de Fútbol de Chile publicó una declaración tras perder 1-0 frente a México en la final de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. El manifiesto, articulado en diez puntos, muestra el apoyo del equipo a Karen Araya, Camila Sáez, Antonia Canales y Christiane Endler, quienes retornaron a sus equipos después de que la fecha FIFA concluyera en octubre.

Las medallistas de plata manifestaron su desilusión ante la falta de apoyo de la Federación de Fútbol de Chile a las jugadoras internacionales “explicando rápidamente los motivos por los cuales debían regresar”. En esta línea, señalaron que esta situación las dejó vulnerables a “la desinformación de medios de comunicación, generando una sensación mediática que dañó la imagen y reputación como futbolistas”.

El respaldo fue unánime hacia la decisión de Christiane Endler de abandonar la Selección Chilena. “Responde a la demanda persistente y sin respuesta de mejoras en las condiciones de profesionalismo a lo largo de los años”, afirmaron.

Adicionalmente, criticaron las presiones hacia una jugadora (Nota del Redactor: Antonia Canales), instándola a jugar la final a pesar de haber concluido la fecha FIFA. “Consideramos éticamente cuestionable tratar de convencerla poniendo en riesgo su futuro deportivo”.

Quejas por la logística

El grupo también expresó su descontento con la logística de viaje a Viña del Mar de último minuto, que les impidió adecuarse a las exigencias precompetitivas de los Juegos Panamericanos. Expresaron su insatisfacción con el coordinador Manuel González.

“Compartimos también nuestro descontento por la logística y planificación de los viajes entre Santiago y Viña del Mar, que nos han llevado a llegar muy justas de tiempo a los encuentros. Incluso, con periodos reducidos para el calentamiento. Asimismo, queremos aclarar a la opinión pública que no se nos consultó sobre el hospedaje en Santiago, esta fue una decisión exclusiva de la Federación”.

Las jugadoras sostienen en el comunicado que desde el comienzo de la competencia se conocía la situación de las futbolistas que juegan en el extranjero. También expresaron su apoyo al trabajo realizado por Luis Mena.

El comunicado íntegro

• Como representantes del fútbol femenino en los Juegos Panamericanos Santiago 2023, apoyamos y respaldamos a nuestras compañeras Karen Araya, Camila Sáez, Antonia Canales y Christiane Endler, quienes volvieron a sus clubes tras el cierre de la fecha FIFA el 31 de octubre. Tanto el cuerpo técnico como la Federación de Fútbol de Chile eran plenamente conscientes de este reglamento.
• Nos apena que la Federación no haya apoyado a nuestras compañeras “explicando rápidamentemente los motivos por los cuales debían regresar”. Esto las colocó en riesgo de ser malinterpretadas por los medios, dañando su imagen y reputación como futbolistas, a pesar de haber representado siempre a nuestro país con alto compromiso y profesionalidad.
• Estamos con Christiane Endler, una líder indiscutible, en su decisión de retirarse de la selección. Aunque puede parecer súbita, esta decisión “responde a la demanda persistente y sin respuesta de mejoras en las condiciones de profesionalismo a lo largo de los años”. En lugar de dudar de su entrega, instamos a directivos, medios y analistas a considerar qué se está haciendo realmente para atender nuestra creciente insatisfacción, sin desatender los errores acumulados.
• Condenamos de forma enérgica las presiones ejercidas sobre una miembro de nuestro equipo para que participara en la competición. Es éticamente reprochable intentar persuadirla, comprometiendo su carrera deportiva.
• Manifestamos nuestra profunda contrariedad por los fallos que provocaron la falta de una portera para un encuentro tan decisivo como la final del torneo en Santiago 2023. Estábamos al tanto desde el principio que nuestras colegas debían retornar a sus equipos, creando una inseguridad y tensión innecesarias en el trayecto a una final que ahora queda empañada.
• Compartimos igualmente nuestra frustración por la logística y organización de los traslados entre Santiago y Viña del Mar, que resultaron en llegadas apretadas a los juegos. Esto nos dejó con menos tiempo para calentar. Además, queremos dejar claro que no se nos consultó respecto al alojamiento en Santiago, siendo una resolución unilateral de la Federación.
• Las explicaciones dadas por el coordinador responsable son insuficientes y no excusan la posición desfavorable con la que enfrentamos la final de los Panamericanos.
• Desafortunadamente, esta situación no es puntual en la gestión de la Selección femenina, sino que se añade a la deficiente administración de años y de ciclos anteriores. Por ello, hacemos un llamado a la dirigencia y a los clubes implicados a revisar la estructura, condiciones y profesionalidad con que se manejan y organizan las selecciones femeninas. Con tristeza, notamos un retroceso en comparación con la gestión previa en aspectos como viajes, entrenamientos e infraestructura.
• A pesar de ello, creemos que se puede mejorar. Además de los cambios estructurales, es crucial abordar la jerarquía del personal técnico y administrativo. La situación actual, con el coordinador general actuando también como asistente del director técnico, no es indicativa de una estructura profesional. Dicho esto, damos nuestro apoyo al trabajo técnico de nuestro director, Luis Mena.
• Habiendo presenciado el avance del fútbol femenino globalmente, nosotros, como sus representantes, consideramos urgente la implementación de cambios que nos permitan competir al más alto nivel sin distracciones.