Las repercusiones del escándalo desatado en Colo Colo debido a las indisciplinas de Jordhy Thompson y Damián Pizarro continúan haciendo eco en el club. Las tensiones en el equipo aumentaron cuando Gustavo Quinteros, el entrenador del Cacique, tomó la decisión de marginar a ambos jugadores del Superclásico contra la Universidad de Chile.

Una fuente interna del club, citada por el diario El Mercurio, reveló que Quinteros estalló de furia ante el episodio que ocurrió días antes del enfrentamiento contra el clásico rival. Se reporta que el entrenador estaba “furioso como pocas veces” debido a la indisciplina de los jugadores.

Según la fuente, inicialmente, Thompson y Pizarro intentaron minimizar la gravedad de la situación, pero finalmente tuvieron que reconocer y aceptar su error. La fuente también señaló que tanto Thompson como Pizarro tuvieron infancias difíciles y entornos complejos, lo que podría haber influido en su comportamiento. Ambos jugadores parecen carecer de la madurez y la contención necesarias, lo que los habría llevado a cometer errores de esta magnitud.

En cuanto a la concesionaria que maneja el club, se aclaró que no tenían conocimiento de los partidos de fútbol amateur en los que participaron los jugadores. Aparentemente, hace unas semanas, se enteraron de que Thompson y Pizarro habían participado en un beneficio y les advirtieron que no correspondía. Luego de esta situación, se tomaron medidas disciplinarias.

El escándalo ha sacudido al club y ha dejado al equipo sin dos de sus jugadores clave para el Superclásico. La gestión de la situación por parte del cuerpo técnico y la directiva será crucial en la forma en que el club maneja esta crisis y cómo afecta al rendimiento y la dinámica del equipo en futuros encuentros.