Luis Jiménez sin pelo en la lengua: “El fútbol chileno está muy sucio”
Luis Jiménez, exfutbolista, criticó duramente la situación del fútbol chileno, señalando la falta de inversión y el enfoque en el corto plazo. En una entrevista, expresó su preocupación por la falta de proyección y formación de jóvenes jugadores, así como la influencia negativa de ciertos representantes en el juego. Jiménez descartó la posibilidad de trabajar en Chile debido a estas problemáticas.
Luis Jiménez se retiró del mundo del fútbol a finales de 2022, habiendo jugado su última temporada con el equipo Magallanes. Diez meses después de su retiro, el Mago logró otro logro, esta vez en el ámbito educativo, al graduarse como director deportivo del INAF. Este título se suma a su experiencia previa como entrenador. Desde su nueva posición, expresó críticas contundentes sobre la situación del fútbol en Chile.
En una entrevista con la revista del Sifup, el exjugador de Palestino compartió su perspectiva negativa sobre el Campeonato Nacional. Jiménez analizó la situación del fútbol chileno, su falta de proyección a largo plazo y dejó claro que no tiene intención de trabajar en Chile en el futuro, ya sea como entrenador o dirigente.
Luis Jiménez y su potente critica al fútbol chileno
“Me entristece ver el estado actual del fútbol chileno. El problema radica en que, a pesar de la mínima inversión, el nivel de juego es tan bajo que se obtienen resultados a nivel local. Pero se trata solo de un año. Gastan poco, el siguiente año no les va tan bien, pero mantienen su categoría. Así que dicen: ‘Ah, me salvé’. Repiten este ciclo, pensando que les irá mejor en el próximo año”, comentó Jiménez.
Desde la perspectiva del Mago, esta mentalidad de subsistencia prevalece en el fútbol chileno. “Me causa tristeza ver esto porque siento que el fútbol chileno está en declive, prácticamente agonizando. Muy pocos clubes tienen el deseo de crecer, de competir en serio. La mayoría solo busca reducir gastos, pensando que no necesitan ser campeones. No tienen ninguna intención de desarrollar jugadores para exportar”, añadió.
Jiménez también señaló a los representantes de jugadores como parte del problema. Basó su análisis en sus cuatro años jugando en Chile desde su regreso en 2018. Observó a sus compañeros de equipo y concluyó que “el fútbol chileno está lleno de corrupción”.
“Vi a compañeros con gran talento que no jugaban simplemente porque no estaban representados por ciertos agentes o porque tenían que cambiarse de club debido a que el agente había adquirido ese equipo. En la actualidad, el mérito no decide quién juega en Chile. Son pocos los que realmente se ganan su lugar por mérito. Además, siento que la competencia ha desaparecido. Solo los tres equipos grandes sienten la presión de ganar el campeonato, lo que hace que se pierda la esencia del juego”, agregó.
Estas percepciones llevaron a Jiménez a rechazar la idea de dirigir en Chile. “Estaría constantemente luchando, tratando de convencer a personas que tienen la idea fija de que gastar menos es mejor. Perdería demasiado tiempo tratando de cambiar esta mentalidad y persuadiéndoles a invertir”, destacó.
“Tomen a un lado a Colo Colo, Católica y la U. A los demás clubes no les interesa invertir en el desarrollo de jóvenes futbolistas, brindarles las herramientas necesarias para que lleguen al primer equipo completamente preparados, no solo físicamente. Me he dado cuenta de que esto es prácticamente imposible”, añadió el Mago.
Además, Jiménez argumenta que el fracaso generalizado en el fútbol chileno se origina en la falta de atención hacia el fútbol juvenil. “En la actualidad, no hay una renovación real y nadie está tomando medidas. Luego, por supuesto, se quejan de que Chile no clasifica para torneos juveniles, como el Mundial Sub 20 o Sub 17. Pero, ¿dónde entrenan los niños? ¿Han observado cómo compiten? Claramente, no habrá clasificación si no hay inversión ni proyectos”, explicó.
“Cuando escucho mis propias palabras, todo suena negativo. Y esta realidad es compartida por todos los involucrados en el fútbol, excepto por los dirigentes, quienes parecen vivir en un mundo paralelo. Es una situación terrible”, concluyó Jiménez.