El defensor de Colo Colo, Maximiliano Falcón, a menudo se convierte en objeto de críticas debido a su estilo de juego agresivo, su disposición a luchar por cada balón con intensidad y su tendencia a exagerar algunas situaciones.

No obstante, estas características también le han acarreado consecuencias, ya que los árbitros en el fútbol chileno son inflexibles con él, lo que lo coloca en un constante riesgo de recibir tarjetas amarillas y, en ocasiones, incluso ha sido expulsado en múltiples ocasiones.

En el enfrentamiento de la Copa Chile, en la final de la Zona Centro Norte contra Universidad Católica, en la que los albos salieron victoriosos por 1-0, Falcón se vio involucrado en varios enfrentamientos con sus oponentes.

En una de estas situaciones, el árbitro José Cabero le mostró una tarjeta amarilla por una escaramuza con Alexander Aravena. Incluso el entrenador Gustavo Quinteros tuvo que intervenir para llamarle la atención y calmarlo, con el fin de evitar su expulsión del partido.

“Son jugadas de partidos. Sabemos cómo es Gustavo, cómo soy soy, con temperamento fuerte. Son cosas que pasan en el partido”, expresó.

Después de este incidente, el apodo “Peluca” se manifestó de manera inusual, expresando su frustración sin restricciones y dando a entender que los árbitros lo siguen de cerca y lo tratan de manera distinta en comparación con el resto de los jugadores.

“Llevo tres años acá y ya cansa que me pongan amarilla por cualquier cosa en todos los partidos. Yo siempre trato de jugar honesto y debe haber un criterio de la otra parte”, afirmó el uruguayo a TNT Sports.

“Lo que sí yo le dije a José (Cabero), a mí no me gusta hablar de estas cosas mucho, porque nunca lo hice desde que llegué, pero ya es demasiado. Voy donde Aravena le digo que no sea ‘boludo’, porque lo van a expulsar. Lo empujó fuera de la cancha, con el enojo del momento me empujó y no quiso que yo le hablara. Entonces él va (Cabero) y me amonesta”, agregó.

Asimismo, Falcón agregó que “esa es mi calentura. No puedo estar cerca de la jugada. Ya no puedo marcar un rival como la vez pasada (en el partido de ida) que me sacaron amarilla, (Francisco) Gilabert sin haberlo tocado, yo creo que ya basta”.

“Cambié mucho, no les protesto de forma descarada como lo hacía antes, asumí mi responsabilidad antes cuando me echaron y uno siempre ve la manera de crecer, pero creo que ya basta. Hay que ser honesto como lo estoy siendo yo hoy en día. Trato de jugarme todos los duelos de manera legal”, reprochó.

“Cuando me echan por una patada no es de mala leche, pido disculpas enseguida. Ya cansa. Son tres años que estoy acá y llega un momento en que hay amarilla por todo. No puedo estar en ningún lado porque piensan que estoy peleando. Quería aclarar eso”, señaló.

Para cerrar destacó: “Con el ‘Mono’ (Aravena) no hubo nada, es un gran chico y con los demás jugadores tampoco. Solamente quería aclarar eso porque ya es muy consecutivo y el perjudicado soy yo. No me gusta hablar de esto porque después me terminan suspendiendo a mí, pero tiene que haber un criterio de la otra parte también”.