Mega, la cadena de televisión, ha respondido con severas críticas a la demanda laboral interpuesta por la periodista Paulina de Allende-Salazar, quien fue despedida en abril de manera controvertida. El canal ha mencionado una anterior sanción a la periodista por presunto maltrato laboral.

De Allende-Salazar presentó una demanda laboral a mediados de junio, alegando que su despido, tras un lapsus en el que se refirió de manera incorrecta a un carabinero fallecido, fue injusto. Solicitó una indemnización de 421 millones de pesos y una disculpa pública en pantalla.

Mega presentó su respuesta en el Juzgado Laboral casi 40 días después, defendiendo su decisión de despedir a la periodista y citando una anterior sanción a de Allende-Salazar por presuntas denuncias de maltrato laboral hacia sus colegas.

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Según el canal, una investigación por acoso laboral concluyó que la comunicación y supervisión de la periodista generaban menosprecio, humillación e inseguridad profesional, especialmente cuando las cosas no cumplían con sus expectativas. Mega también alegó que de Allende-Salazar transmitía una actitud de superioridad en su ambiente profesional.

“El informe de la investigación por acoso laboral concluyó que la forma de comunicar instrucciones y supervisión por parte de la periodista genera menoscabo, humillación e inseguridad profesional, y más aún cuando no cumplen sus expectativas”, se lee en el escrito, según publicó Glamorama.

Con base en esto, Mega sostuvo que la periodista tenía antecedentes que probaban conductas inaceptables para el empleador. Señalaron que se le advirtió a de Allende-Salazar que no se tolerarían tales conductas y que cualquier infracción futura podría resultar en la finalización de su contrato de trabajo.

En respuesta a las afirmaciones de Mega, el abogado de de Allende-Salazar, Joaquín Cabrera, afirmó que las acusaciones no son veraces ni han sido confirmadas por ninguna autoridad laboral competente. Asimismo, señaló que estas acusaciones están lejos de los motivos presentados por Mega en la carta de despido.

Cabrera expresó su preocupación de que esto pueda ser un intento de desacreditar y amedrentar a una profesional destacada que está ejerciendo su derecho a reclamar justicia. “No quiero pensar que es un nuevo intento por denostar y amedrentar a una profesional de excelencia que solo está ejerciendo su derecho; el mismo que todo trabajador debiera poder reclamar sin represalias y amenazas encubiertas”, cerró el jurista.