“Traidor. Asesino. Terrorista. Ladrón. Cobarde”: La potente columna de opinión de Matamala contra Pinochet

La columna de opinión escrita por Daniel Matamala y publicada en un diario de circulación nacional generó una gran cantidad de comentarios y reacciones

Daniel Matamala

La columna de opinión escrita por Daniel Matamala y publicada en un diario de circulación nacional generó una gran cantidad de comentarios y reacciones.

Con el título “Traidor. Asesino. Terrorista. Ladrón. Cobarde”, el periodista buscó llamar la atención sobre la ola de negacionismo y apología hacia el dictador Augusto Pinochet, especialmente por parte del Partido Republicano de ultraderecha.

En su columna, Matamala desglosó cada uno de los subtítulos del título, abordando temas críticos y contundentes en relación a las acciones de Pinochet y las posturas de quienes aún defienden al dictador. El periodista recibió tanto aplausos por su postura como críticas desde el sector político que respalda al exdictador, especialmente en referencia al consejero republicano Luis Silva, quien ha defendido a Pinochet y minimizado los crímenes contra los derechos humanos.

La columna de Matamala generó un debate público intenso, reflejando la polarización existente en la sociedad respecto a la figura de Pinochet y su legado.

“Traidor”

“Augusto Pinochet construyó una carrera basada en una extrema obsecuencia con cualquiera que tuviera poder”, comenzó, añadiendo que “así lo hizo con los mismos ‘señores políticos’, especialmente de izquierda, a los que luego demonizaría. Así se comportó con el Presidente Allende. Y con su superior, el general Carlos Prats. Cuando Prats asumió como ministro de Interior de Allende, Pinochet le regaló una banda presidencial”.

“’Estadista’ llamó a Pinochet esta semana el consejero electo Luis Silva. ¿Estadista? No. Traidor”, culminó esta parte.

“Asesino”

“Militares y sacerdotes. Estudiantes y campesinos. Artistas y diplomáticos. La lista de ejecutados por la dictadura de Pinochet se lee como un compendio del horror extendido sobre la sociedad chilena, con el Estado convertido en una máquina de represión y muerte, al servicio del ansia de poder de un solo hombre. Silva pidió no ‘simplificar o reducir’ su gobierno a las violaciones a los derechos humanos, sino ‘hacer una lectura más ponderada’, para tener una ‘compresión equilibrada de nuestra historia’. Lo que hace Silva no es negacionismo, sino algo más sibilino: relativismo”, señaló.

“¿Estadista? No. Asesino”, culminó este punto.

“Terrorista”

“Pinochet se presentó como un luchador contra el terrorismo, pero fue el peor terrorista de la historia de Chile. Usando el terrorismo de Estado para expandir el pavor, su dictadura torturó a 28.459 chilenos, ejecutó a 2.125 e hizo desaparecer a otros 1.102. Fue, además, un terrorista internacional. El puño de la DINA no sólo atacó en Buenos Aires, asesinando al general Carlos Prats y su esposa. También se expandió a Roma, atentando contra el exministro Bernardo Leighton y su esposa, Ana Fresno. Y a Washington, ultimando al excanciller Orlando Letelier y su secretaria, Ronni Moffitt”, aseguró Matamala en este punto.

“Silva confesó ‘un dejo de admiración’ por este terrorista. Para un demócrata, en cambio, convertir al Estado en una máquina criminal no es un factor más en la balanza. Es una zanja moral infranqueable”, añadió.

“¿Estadista? No. Terrorista”, cerró de la misma manera éste y los otros puntos.

“Ladrón”

Respecto a este punto, Daniel Matamala dijo del dictador Pinochet que “la justicia acreditó, en el Caso Riggs, que Pinochet lideró por años una trama para desviar dinero público hacia su patrimonio personal. En la balanza, algunos quieren equilibrar la corrupción con un supuesto milagro económico. Ello no solo es inmoral, sino también falso. Las cifras prueban que la dictadura fue económicamente mediocre y socialmente desastrosa”.

“No, no fue un “hombre de Estado”. Fue un dictador corrupto que se enriqueció mientras la mayoría de los chilenos vivían en la miseria, y que ocultó el dinero robado, bajo alias como “Daniel López”, en 125 cuentas bancarias. El botín personal de su saqueo se ha estimado en más de 17 millones de dólares”, añadió.

“¿Estadista? No. Ladrón”, cerró.