Un relato de hechos ignorado hasta el presente es el del taxista que “ayudó” a los sospechosos de matar al carabinero Daniel Palma, una vez que se dejaron abandonado el auto azul que habían alquilado para su traslado.

En plena desesperación, el conductor de nombre Alejandro tuvo que huir rápidamente del lugar para librarse de los violentos antisociales.

En la intersección de San Francisco y Biobío, ubicada en la comuna de Santiago, el vecino de Peñalolén esperaba pacientemente a su esposa al final de un largo día de trabajo.

A la hora de las 9:15 pm del miércoles 5 de abril, Alejandro fue testigo de un auto deteniéndose bruscamente. Luego, cuatro personas se bajaron del vehículo, tres de ellas se dirigieron al taxi mientras que la cuarta se fue por la calle San Francisco.

El hombre que estaba sentado junto a ella se levantó, con la pistola apuntándola. En un tono frío y amenazante, le dijo: “Maneja y sácanos de aquí. Quédate tranquilo, que si te portas bien no te voy hacer nada”.

El taxista se abrió paso por Santa Rosa en dirección norte, siguiendo las indicaciones de los antisociales.

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El taxista entregó su testimonio

“Acá nos bajamos”, dijo el copiloto de nacionalidad extranjera cuando llegaron a Pedro Lagos con Zenteno.

El conductor entregó más detalles a los policías de la 43° comisaría de Peñalolén y relató: “Al bajarse los sujetos de forma inmediata inicié la marcha rápidamente a buscar a mi señora a su trabajo, donde la recojo y nos fuimos hasta nuestro domicilio, lugar donde prendí el televisor y al ver las noticias me percaté que unos sujetos le habían disparado a un funcionario de Carabineros donde mostraban un vehículo color azul que reconocí de inmediato como el móvil donde se habían bajado estos sujetos”.