Una joven universitaria de Michigan, Estados Unidos, recibió cientos de mensajes de odio a través de sus redes sociales, pero ahora se descubrió que su ciberacosadora era su propia madre.

Tras el continuó hostigamiento, la joven solicitó ayuda a las autoridades de su casa de estudio, lugar donde también trabajaba su madre como entrenadora de básquetbol.

Por tanto, se inició una investigación y le dieron aviso a la madre de la víctima de ciberbullying.

En medios como  TV Azteca se destaca que nadie sospechaba de la madre, ya que cuando las autoridades universitarias se acercaron a ella, incluso dijo que sospechaba del exnovio de su hija, por lo que comenzaron a investigarlo.

Sin embargo, los investigadores no pudieron encontrar culpable al joven, ni tampoco a otra persona.

Intervino el FBI

FBI tuvo que intervenir y lograron rastrear la dirección IP del acosador. Fue así como los investigadores se dieron cuenta de que la joven y su ciberacosador vivían juntos.

En total fueron 349 páginas llenas de mensajes de odio que inundaron las redes sociales de la joven.

Ahora, la madre de la joven enfrenta cargos por los delitos de acoso a menores y obstrucción de la justicia.