La localidad de Sun City Flower, Florida, Estados Unidos, se encuentra consternada por un dramático caso.

Una niñera, identificada como Jennifer Posey, fue detenida en el condado de Hillsborough tras quemar con una olla caliente a un niño de 10 años al cual cuidaba.

Fue en este contexto que la mujer de 29 años confesó ante las autoridades que la acción fue realizada “para darle una lección” al infante que terminó con una herida de 10 centímetros en un brazo.

A pesar de la gravedad de la lesión, el menor solo necesitó remedios caseros para la curación.

De acuerdo a medios locales, el hecho ocurrió cuando la niñera se dio cuenta que la víctima intentaba botar sobre otro niño un pocillo de sopa japonesa. Por esta razón la mujer tomó el artefacto de cocina e hizo presión sobre la extremidad del niño.

Finalmente,  el alguacil Chad Chronister manifestó que “los niños serán niños, pero un adulto debería aplicar algo mejor que un castigo físico tan grande para tratar de corregir sus malos comportamientos”.